viernes, 7 de octubre de 2011

2010 retirada completa


Uno nace donde le toca
nace crece y se muere
muchas veces donde
le toca
atado a un pedazo de mapa al azar
entre tal calle 
y tal otra 
en una esquirla de la civilización
en unos pobres metros en el mundo
pero aunque uno pase toda su vida
intentando escapar yéndose
haciendo de todos los lugares 
aunque uno se arranque la piel
la intente olvidar
no siempre va a saber
que en algún lugar en el mundo
en un domingo frio como todos los inviernos
o la noche más larga de todos los veranos
va a estar la ciudad
su ciudad
esperando por uno

Cada ciudad, es un montón de piedras y de sueños
cada ciudad, cada ciudad, cada ciudad, es una tribu en cajas de hormigón
cada ciudad, es un infierno en los suburbios
más lejanos de este cielo.
Cada ciudad, son cuatro lucecitas de neón.

Todas las calles de toda ciudad
llevan al mismo lugar
la inmensidad, de un panal de cemento despojado
por atacar.
Cada espejismo de cada ciudad
fotos del mismo lugar
bloques al sol, conexión de hormigueros colapsados
de humanidad.

Donde el vino es pan
donde el hierro es piel
donde todo es reloj
donde el sueño, se suicida frente al televisor
la marea gris, la garganta gris, armada su legión
con los hijos del insomnio, en peceras del alcohol.

Un patrullero cruza la noche
huyen las flores del bulevar
cierran sus ojos, las marquesinas
abren las puertas del hospital
mundos dentro de mundos, en cada cuadra
son los que viven juntos buscándose
un ángel agoniza en la cantina
alguien pasa su vida perdiendo el tren.

Hay un rio de zapatos y corbatas
un enjambre de automóviles huyendo
hay caníbales rompiendo la piñata
hija de un motor, madre del malón
tumba de los perros de la calle que salieron a matar
por la ciudad.

Hay un niño asesino perdido en las puertas de un subte
pasa un tigre maldito escapado del circo de un juez
se ha dormido una noche de fiebre de abril o de octubre
en las líneas fantasmas que unen Moscú con belén
una niña deambula y le reza a la virgen de nadie
el poeta olvido para siempre cuál es su ciudad
y en la esquina que venden el kilo la merca y la carne
pegaran el afiche que libra del juicio final

Y todas las ciudades son las romas de nerón
y siempre esta Berlín partida al medio
y las revoluciones rompen en el malecón
y todos los quijotes se cayeron
y todas las murallas se construyen otra vez
y todas las muchachas son Julieta
y en todo el paraíso no hay lugar donde vivir
y siempre está girando la ruleta.

Hoy desperté en una ciudad desconocida
furiosa y triste
queda de paso hacia un lugar
que ya no existe.

Con todo lo que tengo, me aferro a lo que sea
al ruido de una feria, la ropa en la azotea
la puerta de una iglesia, la esquina parecida
la luz de las estrellas, distantes y distintas
buscando el lado amable del mapa más ajeno
la plaza impronunciable, el árbol extranjero
me trepo hasta su copa, me nombro en otro idioma
creyendo en tus jardines, y tu jardín asoma.

Siempre que escapo mi ciudad me está esperando
solo me pide que al volver vuelva cantando
si mi destino fue nacer en tus esquinas
a cada esquina ha de volver, la Catalina.

Para volver hasta la cuadra de mi barrio y a tu puerta
para volver a tu rincón y mi rincón en el planeta
porque me diste la vida, soy de tu vida un retazo
tierra de todos mis días, quiero morir en tus brazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario